Enyel: Cada día que pasa se parece más y mas a mi padre, de este heredo esos ojos vivos que son capaces de paralizar a cualquiera y su fortaleza, fortaleza que nos ha demostrado en incontables ocasiones, superando baches (celos, mas celos…) y algunas enfermedades.
Mi pequeño a día de hoy es:
Dicharachero: habla por los codos, le gusta contarte todo lo que ha hecho en el día minuto a minuto y hay de ti como no lo escuches ya que es capaz de repetírtelo mil veces si es necesario con tal de que le escuches. Me gusta mucho que el sea así pero si os soy sincera al final del día acabo loca, con la cabeza como un bombo.
Travieso: esta faceta me lleva por el camino de la amargura, me estresa y me pone de los nervios, ¿Cómo es posible que todos los días tenga alguna que hacer?, se que actualmente es su oficio, buscar e investigar el modo de deshacer. Su padre opina que le gusta que su hijo sea así de activo pero la verdad sea dicha, si fuera un poquito menos yo tendría una mejor calidad de vida, a su corta edad lo e castigado tantas veces que la palabra castigo ya ha perdido el significado.
Inquieto y curioso: estos dos adjetivos lo pierden, no puede estar quieto ni comiendo ya que vive dándole golpecitos a la mesa con la pierna o con los cubiertos, es incapaz de ver la televisión ya que no puede estar sentado sin hacer nada, si pasamos el día entero dentro de casa por cualquier motivo climático Enyel se recorre la casa unas 100 veces, se sabe todos los rincones. Gracias a Dios estoy acostumbrada a su no parar, aunque a veces me produce ganas de grita, creo que ya lo tengo controlado. Curioso, si, mi hijo es un curioso, en su pequeña cabecita no se queda ningún tipo de duda ya que le falta tiempo para investigar y preguntar, a lo largo de su corta vida me ha hecho cada pregunta que me han dejado perpleja y muchas de ellas he tenido que buscarlas para poder explicárselas, ya que ni yo misma las sabia. Esta es la faceta que mas me gusta de él, ya que es incapaz de quedarse con la duda cuando no comprende algo, hace lo imposible por entenderlo y dar con la clave, quien sabe y mi pequeño curioso algún día saque provecho a esta virtud y sea un descubridor…
Cariñoso: con el paso del tiempo Enyel ha ido perdiendo su ternura y su forma melosa de dar besos y abrazos, ahora esta entrando en la etapa de “Soy demasiado mayor para dar besos”, lastimosamente me tengo que ir acostumbrado ya que no es aquel bebe, ya no puedo alzarlo y besuquearlo tal como lo hacia hace unos años atrás, mi bebe ha crecido. Aún que aún me quedan esos besitos tiernos a la hora de dormir, sus abrazos cuando se cae o se hace daño y los mimitos diarios que me da simplemente por que le apetece, bueno, mas bien para ablandarme después de alguna trastada.
Enyel va para los 6 años tan rápido que apenas me da tiempo a asimilar sus logros y avances, hace nada corría en bicicleta con casco, rodilleras y rueditas y ahora ha dejado todo eso atrás, y lo penoso es que no me dí cuenta del día que lo dejo, al igual que cuando decidió que ya no le gustaban los juegos de construcción por que eran de bebe…
Los entresijos de la maternidad me los vive enseñando él, día tras día, la paciencia y el disfrutar de las pequeñas cosas. Mi príncipe a sus casi 6 años brilla con luz propia por su forma de ser y hace de mi la madre mas feliz, aún con dolor de cabeza y estrés por sus travesuras.