Tengo tres hombres en mí vida a los que adoro y amo con locura, hombres que a su corta edad ya brillan con luz propia, se que siempre lo digo y escribo, pero es que es la verdad, mis hijos son tres gotitas tan parecidas y a la vez tan diferentes.
Desde que era muy niña siempre soñé con tener una familia numerosa, con varios niños y niñas a quienes enseñar las virtudes de la vida y los entresijos del día a día, a simple vista lo he cumplido, bueno, mas bien lo estoy cumpliendo (aun que me falta esa niña deseada), tengo unos hijos hermosos y sanos que llenan mi vida por completamente, a los cuales vivo enseñándoles valores y secretos para llevar una vida sana y feliz.
Tengo tres niños, tres amores, tres vidas que están lejos de ser perfectos, no son tranquilos, no saben acatar una norma a la primera, no tienen interés por la tranquilidad y el sosiego y no tienen que ver con nadie para llevar a cabo sus travesuras, vamos, mis hijos no son Ángeles, son niños, niños que me agotan diariamente y me hacen replantearme la maternidad como un trabajo forzoso y mal remunerado, pero soy su madre y aunque me vuelvan loca y me den ganas de parar el tiempo, los amo, supongo que esto es ser madre y este era mi sueño, aunque en ocasiones no se parezca en nada.
Cuando me paro en frío a pensar las veces que alzo la voz, las veces que me quejo de sus travesuras y ocurrencias me doy cuenta que me e convertido en una mamá-ogro y lo sinistro es que no se cuando pase la rayita de súper-mami a esta y esto me espanta.
Yo era de aquellas que veía la crianza de sus niños como un camino repleto de flores, fácil y natural, siempre quise reforzar el carácter propio de mis hijos, deseaba apoyarlos a fortalecer sus personalidades, pero, como hago eso cuando mis hijos son la viva imagen del caos, cuando su personalidades son tan fuertes y explosivas, vamos, si los apoyo son capaces de derribarme la casa, aunque suene a chiste, es la verdad, ellos son como un huracán, arrasan por donde van….
Pero son mis chicos, traviesos, parlanchines y contestones que adoro, tengo que reconocer que soy floja a sus besos y adicta a sus abrazos.
Estoy cada día mas convencida que en las imperfecciones de ellos se encuentra la verdadera perfección, ser madre de torbellinos me ha enseñando que es tener verdadera paciencia.
No podría estar mas de acuerdo contigo, cuando yo aun no tenía hijos me imaginaba la maternidad completamente distinta a lo que realmente es, pero igualmente estoy encantada. Es duro, es complicado y a veces se hace casi imposible pero sin duda mis hijas son lo mejor que me ha pasado en la vida y sacan lo mejor de mi cada día.
ResponderEliminarBesitos
ah querida amiga, no podia estar mas de acuerdo contigo, nuestros hijos pueden ser lo que sea pero son nuestros, y dia a dia tratamos de esforzarnos al máximo para crearlos a nuestra imagen y semejanza, pero no es como tu dices brillan por luz propia!! un beso amiga !!
ResponderEliminarAY! No sabía que tenías blog público... voy a leerte un poquito para conocerte más...
ResponderEliminarCuando me casé... teníamos claro que iríamos a por dos niños como mínimo. Mi peque tiene 7 y sinceramente creo que ya no vendrá ningún niño más. Yo pensaba que la maternidad era mucho más fácil y me he agobiado mucho, muchísimo... mi niño tiene una personalidad arroyadora, y me satura, soy mamá ogro también, lo confieso.
uff que miedo me esta dandoooooooo.... jaaj
ResponderEliminarson niños, y los niños son traviesos, y tengo clarisimo que tener tres hijos ha de ser un kaos total. si aveces (dicen) que ya lo es con uno...
pero es bonito tener familia y numerosa.
yo soy ogro y sin ser mama, ajjaja que se lo digan a mi chico aaja.
ah!! el otro dia una amiga me vio viendo tu blog, y me dijo que tus hijos tenian cara de angeles, que eran perfectos, jaja y le dije dile a la mami que si son angelitos.. jajaj traviesos ajjaj
guapisimossssss
un besote enorme
Lahyla creo que lo que describes nos ha pasado a todas, a unas en mayor escala, vamos que son 3!
ResponderEliminarÁnimo lo estás haciendo muy bien, y mira que ellos son sanos y hacen lo que los chicos sanos hacen es normal, demos gracias a Dios por ellos y pidamosle mucha paciencia para que mamá ogro no salga a la primera de cambios.
Besos
Lahyla que madre no se ha planteado esto alguna vez, yo soy madre de uno solo, con ayuda en casa y muchas veces siento que no doy, me salgo de mis casillas a menudo, la paciencia no es una de mis virtudes, pero al igual que vos, hago una pausa respiro y no podría ni imaginar mi vida sin él.
ResponderEliminarTienes unos hijos hermosos, y si que debe ser duro tener 3 huracanes en casa todo el día pero también deber ser divertidisimo.